lunes, 11 de abril de 2011

Más allá de la muerte 1.2


Casi sin darme cuenta, de forma instintiva, di un paso atrás, como intentando alejarme de esa imagen que se clavaba en mis ojos, pero no pude dar otro, un terror primario y absoluto me paralizaba.
Estaba presenciando una carnicería… pero no era simplemente eso lo que me helaba la sangre… era el cómo… era el quién. Un tío que no debería poder mantenerse en pie, estaba acribillando a dentelladas a un pobre octogenario.

El ansia devoradora pareció desaparecer momentáneamente de la cara del hombre, que alzó la cabeza y aflojó su abrazo, dejando caer en el asfalto el cuerpo desgarrado y sin vida de su víctima. Y arrastrando los pies, volvió a ponerse en movimiento, echando una mirada a su alrededor, mientras de nuevo, sus facciones se tensaban con la agresividad de una bestia. 
Uno de los ancianos, humildemente vestido y que llevaba unas gruesas gafas en la punta de su tambaleante nariz, se giró y echó a correr, mientras que el otro, poseedor de una barriga realmente impresionante, se quedó petrificado sin atreverse a mover un dedo.
Casi debió parecerle como si la misma muerte se le acercase paso a paso, intentando hacer presa de su marchito cuerpo, aunque, cuando fue agarrado despertó de su ensoñación e intentó zafarse, pero con tan mala suerte que los dos acabaron en el suelo, donde empezó a patalear para quitarse a su agresor de encima. Pero de nada sirvieron sus esfuerzos, pues el atacante fue estrechando el cerco, impidiendo sus movimientos e ignorando los golpes que le caían encima mientras, imbuido por una especie de furia incontrolable, empezaba a propinar mordiscos a todo lo que quedaba al alcance de sus mandíbulas y tragando, sin pararse a masticar, los pedazos de carne que conseguía arrancar del cuerpo del desdichado anciano.
Poco después de que ambos cayeran al suelo, el anciano de la chaqueta de lana se incorporó, y mientras mis ojos se abrían como platos, profirió un gemido igualmente escalofriante, y se abalanzó sobre víctima y agresor, para unirse al festín que proporcionaba  voluminoso cuerpo del viejo, cuyos espasmos descontrolados iban cesando poco a poco, hasta que todo movimiento se detuvo por completo al exhalar su último aliento.

Casi al unísono, los dos caníbales se cansaron de comer y levantaron la vista en busca de un nuevo objetivo.

3 comentarios:

  1. jajajaj deu meu pero no te canses de vere menjar!!!??? xD ajaja realment si meu trobes yo... no me kedaria a miraru desde luego.. per tant.. aket tio o esta mol ben amagat o es tonto xD jajajaja

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  2. per lo de que se quedi plantat... tranquila! que aixo s'arregla ja... xDD

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  3. de moment m'agrada :) a veure com continua això! (sóc la Marta xD)

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